SEMENYA NO ES DE ESTE PLANETA

"Usain Bolt no es de este planeta". Así titulaba Cuatro la victoria del atleta jamaicano, estableciendo un nuevo record del mundo, en los Mundiales de Atletismo de Berlín. Hasta donde yo sé, sí es de este planeta, pero la exageración se combierte en halago y se pude hacer la vista gorda. Claro que cuando tres días después, el día 19 de agosto, una joven corredora sudafricana gana la medalla de oro en la prueba de 800 metros, con una diferencia sobre la segunda clasificada de unos 2 segundos el desafortunado titular es; "Víctor o Victoria". Sensacionalista tal vez.

Tal vez, aunque el titular pueda no entenderse sin conocer la noticia. Caster Semenya, de 18 años fue criticada por las finalistas de los 800 metros por parecer un hombre. Algunas como la vallisoletana Mayte Martínez (7ª clasificada), no se mordió la lengua al decir "si me ponen a diez hombres delante y a Semenya, no sabría quien es la mujer". La italiana Cusma Piccione (6ª) afirmó "he corrido contra un hombre". Todas sus acusaciones, a mi entender algo machistas, están basadas en la excesiva musculatura y vello facial de la sudafricana, y no en la frustración. La verdad es que es feo criticar cuando se pierde.

La Federación Internacional de Atletismo lleva investigando una semana, según los medios, la sexualidad de Caster. Llegados a este punto me pregunto; ¿se tarda más de una semana en saber su sexo?, el amigo chino de Luis Aragonés lo hace en segundos con pollitos. O tal vez lo que la IAAF esté practicando sea un control de feminidad, que no deja de ser un analisis hormonal. Con esto quiero decir que no hay ninguna duda sobre su sexo, sino sobre la hormonación de la atleta. Si fuera un hombre, no sería el primer caso. En 1939 Stella Walsh ganó la medalla de plata en los 100 metros, si bien es cierto que se desconicía su masculinidad. Edinanci Silva, judoka brasileña, nació hombre y tras someterse a una extirpación de testículos (glup) y a una reconstrucción de clitorix, compitió en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Sydney, Atenas y Pekín. De ellas no dijimos nada.

Falsear la realidad o buscar el sensacionalismo, "Víctor o Victoria", "Ella o él"... Los mismos medios que nos bombardean con la igualdad ahora la critican, sin pensar que la atleta todavía es una niña y que ya queda marcada de por vida por el hierro del medio sensacionalista barato. En lugar de críticarla, halaguemos su capacidad atlética. Tratar igual a Bolt y a Semenya, eso es igualdad.